Siguen las medidas tibias para enfrentar la seguridad
La llegada del viceministro del Interior es una respuesta al resultado de la Gobernación, según expertos. Una vez más se habló de trabajo en conjunto
Unidos. No es la primera vez que aparecen juntos, autoridades locales y nacionales, transmitiendo una ilusión de cohesión para anunciar lo que parece ser la única medida de reacción frente al grave problema de la inseguridad, sobre todo en Guayaquil: sacar más policías y militares a las calles. Los mismos que se sienten desprotegidos, por más que el primer mandatario les brinde su apoyo, frente a una justicia que hace poco condenó a un policía que actuó en un hecho delictivo.
Falta de consecuencia y de coordinación. Así son catalogadas las medidas anunciadas el pasado domingo por el presidente Guillermo Lasso y la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, en materia de seguridad tras el repunte de muertes violentas y delincuencia en el país, en el marco de una rueda de prensa en el que ninguno de los dos respondió preguntas de los periodistas.
La salida de la comandante de la Policía, Tannya Varela, las reformas legales al Código Penal y la entrega de un proyecto de ley no se diferencian mucho de las recetas adoptadas durante 2021 para enfrentar los problemas de inseguridad. Voces expertas consideran que no es un problema de cambios legales, sino de verdadera ejecución de política pública.
“Para mí hay un desconocimiento de los administradores de justicia por parte de la Fiscalía y de la Judicatura. Quizá una reforma de un trámite preadministrativo antes de que un policía se lo juzque por un acto de abuso de poder”, sostuvo Juan José Hidalgo, experto en conflictos y cultura de paz.
Agrega además, que existe una corresposabilidad con los administradores de justicia que no cumplen con su función y que en muchos casos son contaminados por la corrupción.
Otras de las disposiciones que se anunció fue que el viceministro de Interior, Max Campos, trabaje en la ciudad de Guayaquil (algo como un segundo gobernador) para “que dirija la seguridad ciudadana para estar presente frente a hechos delincuenciales y tener una respuesta lo más rápido posible”.
“Pienso que el gobernador, (Pablo Arosemena) debería dar un paso al costado por sus declaraciones totalmente incoherentes en relación a la realidad, porque se vive en zozobra, él es el presidente en chiquito y no tiene la más remota idea de cómo funciona la administración pública que se ajuste al momento”, enfatizó el constitucionalista Alejandro Rodas.
Cuestiona también el “infundado protagonismo” de las autoridades locales en las acciones anunciadas. Una muestra es la propuesta de Viteri con el alumbrado público.
“Nos quieren sorprender con acciones propias de sus funciones, eso está en el Código de Organización Territorial, burdo y grosero porque no se resuelve poniendo luces que además puede venir con sobreprecios”.
El experto en seguridad Nelson Yépez, identifica que más allá de los anuncios, las autoridades deben demostrar mediante hechos que “hay sintonía” en el enfrentamiento de los problemas de seguridad para concretar resultados palpables.
“Al final del día, le transmiten el mensaje al pueblo de: vamos a trabajar, pensando en el futuro y nos quedamos en el limbo para definir los actos operativos en las ciudades”.
Sugerencias
INTEGRACIÓN
Convergencia. Rodas sostiene que debe existir una fuerte conexión entre la Asamblea y la presidencia para que las leyes y sus cambios apuntalen integralmente la política pública. “Ellos únicamente actúan en temas sensibles cuando se vuelven coyunturales para tener mayorías.
PREVENCIÓN
La principal tarea del viceministro Campos es conseguir 1.100 policías para Guayaquil, pero hasta que eso se concrete, Yépez recomienda tomar en cuenta a los más de 90.000 agentes de seguridad privada para que funcionen en todo el país.
ARTICULACIÓN
Quitar de raíz. Hidalgo resalta que se trata de un problema estructural. Por lo tanto, dice que se debe apuntar a los problemas que están “anteriores a la delincuencia, no es llenar de luces y cámaras. Hay que atender los problemas sociales; pacificación en los barrios”.