La Virgen del Panecillo de Quito se ilumina de rosa contra el cáncer de mama
Quito.- La Virgen del Panecillo, monumento emblemático de la capital de Ecuador, Quito, se iluminó este lunes de color rosa como símbolo y lucha contra el cáncer de mama y la importancia de la auto-exploración para prevenir la enfermedad.
La iniciativa, denominada «Pinktate» y promovida entre otros por la ONG «Jóvenes Contra el Cáncer», fue aprobada por unanimidad en julio por el Municipio de Quito con la idea de sumar a la icónica escultura, también conocida como «Virgen de Legarda», a los esfuerzos contra la enfermedad.
Enclavada en un cerro desde el que se divisa el casco colonial de la urbe, la virgen alada se pintó al anochecer del color que simboliza el combate a una dolencia que cada año afecta a más de 3.000 mujeres en Ecuador, según estadísticas oficiales.
La iniciativa se enmarca dentro de las acciones relacionadas con el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre de cada año.
Por eso, todos los meses a partir de ahora, «cada día 19 se iluminará como una manera de recordarnos que ese examen es importante para prevenirlo», indicó la concejala Luz Elena Coloma, del movimiento CREO y quien abrazó la iniciativa desde el Concejo Municipal.
En declaraciones a Efe explicó que la Virgen fue elegida porque «se presta fácilmente a este tipo de iniciativas», aunque adelantó que también han sido iluminadas la laguna del Parque de La Carolina, y la Torre de control del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, «para que quienes lleguen el 19 puedan recibir ese mensaje».
Otro edificio que esta noche estaba teñido de rosa era el del Patronato San José, en el casco histórico.
A la original campaña de concienciación se han sumado también la ciudad costera de Guayaquil (suroeste), así como las de Cuenca y Ambato, pero se espera que otras lo hagan dentro de una iniciativa que involucra a empresas privadas y cuyo objetivo es recordar a las mujeres la importancia del autoexamen como forma de detección temprana del cáncer de mama.
«El palpar nuestras mamas con la mano, con una técnica que nos enseña el médico puede detectar anomalías que nos pueden salvar la vida», subrayó Coloma.
Según los organizadores, la autoexploración puede llegar a prevenir hasta en un 90% la tasa de mortalidad que provoca esta enfermedad.
En Ecuador, la incidencia de cáncer en 2018 según las estadísticas del Ministerio de Salud Pública fue de 28.058 nuevos casos, de los que alrededor de 3.000 fueron de mama.
Se trata del tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres, con una incidencia del 18,2 %, (2.787 casos) si bien una detección temprana otorga una mayor posibilidad de curación.
La incidencia en Ecuador del cáncer es de nivel medio en la escala regional y mundial de acuerdo a la OMS, con 157 casos por 100.000 habitantes.
Catalina Chiriboga, una comunicadora que impulsa esta iniciativa, explicó a Efe que se trata de «una campaña de creación de valor compartido», en la que «las empresas privadas y sus marcas con propósito se suman y aportan» en una muestra de «responsabilidad social sustentable».
Y recordó la importancia de que, más allá de la revisión médica anual, las mujeres asuman que todos los meses deben realizarse ese autoxamen por si mismas, con el fin de que «aprendan a escuchar su cuerpo y, ante una alarma, acudir al médico».
«Las luces rosadas (cada mes) nos recuerdan que el autoexamen es mensual, y la elección de la Virgen, el símbolo más importante de la ciudad de Quito, la madre de Quito, nos recuerda que el hábito del autoexamen puede salvar vidas», concluyó.
En la campaña participa también una muñeca que, con un solo pecho -el otro está cicatrizado por una mastectomía-, trata de concienciar a los maridos de que, con o sin pecho, sus mujeres siempre seguirán siendo bellas.