Venecia en alerta por una nueva y peligrosa marea alta
Venecia se preparaba para una nueva marea alta casi sin precedentes en una semana, tras dos episodios que devastaron la frágil ciudad lacustre italiana, donde se decretó el estado de emergencia, indica la agencia AFP.
Tras una breve tregua el sábado, los servicios meteorológicos pronosticaron una nueva «acqua alta» o marea alta a 160 cm para el domingo al mediodía, un nivel que sigue considerándose peligroso.
El viernes, la crecida a 154 cm obligó a las autoridades a cerrar durante varias horas la famosa plaza de San Marco.
El martes, la ciudad vivió sus peores inundaciones en 53 años, cuando llegó a 187 cm, un nivel solo superado el 4 de noviembre de 1966, cuando el agua alcanzó los 194 cm. El agua invadió iglesias, museos y hoteles de esta ciudad incluida en el patrimonio mundial.
Museos como el Guggenheim pensaron abrir el viernes pero cambiaron de idea cuando vieron las previsiones meteorológicas.
«Venecia está devastada. Hay daños por 1.000 millones (de euros)», declaró el alcalde Luigi Brugnaro.
La selección italiana de fútbol visitó el sábado la ciudad como muestra de solidaridad. «Venecia superará esto también. Como un deportista que sufre una lesión grave, se recuperará», declaró el antiguo internacional Gianluca Vialli.
– Anulaciones –
«Es impresionante ver esto, caminar y tener el agua a la altura de la rodilla», decía a la AFP Oscar Calzada, un turista mexicano de 19 años.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, que estuvo en Venecia el viernes comprobando los daños, estimó que las obras de rehabilitación serán considerables. Según él, más de 50 iglesias resultaron dañadas.
«Todo lo que teníamos en el sótano se perdió», lamentaba Luciano, empleado de una tienda en la plaza San Marco.
Venecia, que tiene 50.000 habitantes, recibe al año unos 36 millones de turistas, 90% de ellos extranjeros. Los hoteles de la ciudad han comenzado a registrar anulaciones en sus reservas para las fiestas de finales de año.
El alcalde de Venecia anunció la apertura de una cuenta bancaria para todos aquellos que, en Italia o en el extranjero, quieran hacer donaciones y contribuir con los trabajos de rehabilitación.
«Venecia, lugar único, es patrimonio de todo el mundo. Gracias a su ayuda, la ciudad brillará de nuevo», dijo el dirigente en un comunicado.
Los vecinos cuyas viviendas quedaron damnificadas pueden pedir una ayuda gubernamental inmediata de 5.000 euros, y los comerciantes pueden recibir hasta 20.000 euros.
«Sería pecado no volver a ver estos lugares, creo que todo el mundo debería sacar la billetera», opinaba Nicole Righetti, una turista italiana.
Diana Ramírez, colombiana residente en Estados Unidos, pensaba lo mismo. «Esto va a costar mucho dinero a Venecia, no es mala idea pedir a los turistas que colaboren».
El jueves por la noche, el gobierno del primer ministro Giuseppe Conte aprobó la declaración de estado de emergencia en Venecia y anunció que se dedicarían 20 millones de euros a las obras más urgentes.
Declarar el estado de emergencia, un mecanismo bastante usado en Italia, donde abundan los terremotos, las erupciones volcánicas y los deslizamientos de tierra, dota al gobierno de «poderes y medios excepcionales».
«Tropicalización de la meteorología»
Y mientras los responsables políticos hacían cuentas y multiplicaban sus declaraciones de solidaridad, los venecianos, más pragmáticos, se organizaban.
«Vivo de esto ¿qué otra cosa puedo hacer?», se pregunta Stefano Gabbanotto, de 54 años, que regenta un kiosco de periódicos frente al Palacio Ducal.
La mayoría de los visitantes parecen ser ajenos al riesgo de hundimiento que corre la ciudad, construida sobre 118 islas e islotes mayoritariamente artificiales y sobre pilones. En un siglo, la ciudad se ha hundido 30 cm en el mar Adriático.
Para el ministro de Medio Ambiente, Sergio Costa, la fragilidad de Venecia fue en aumento debido a la «tropicalización» del clima, con intensas lluvias y ráfagas de viento, vinculadas al calentamiento global.
Los ecologistas también consideran responsable a la expansión del gran puerto industrial de Marghera, situado frente a Venecia, y al ir y venir de cruceros gigantes.
El martes, la marea sumergió el 80% de la Venecia histórica, provocó la muerte de una persona de 70 años y el hundimiento de góndolas y ‘vaporetti’, los barcos de transporte público.
Numerosos responsables, entre ellos el alcalde de Venecia, pidieron que entre en funcionamiento «cuanto antes», el proyecto de compuertas MOSE.
Este plan de ingeniería, lanzado en 2003 pero retrasado debido a escándalos de corrupción, consiste en 78 diques que suben y bloquean el acceso a la laguna en caso de marea alta de hasta tres metros de altura. Según Conte, el proyecto está listo «en un 93%» y se dará por concluido «en la primavera de 2021». (I)