Un mundo con inflación
Por: Vicente Albornoz Guarderas
Ya antes de la invasión rusa a Ucrania, el mundo estaba sufriendo de inflaciones altas. Ahora, desgraciadamente, la cosa va a empeorar.
Todos los países económicamente cercanos al Ecuador terminaron el año pasado con inflaciones anuales inusualmente altas. Los Estados Unidos y Chile cerraron el 2021 con más de 7% en ese indicador, mientras que Alemania, España, Colombia y Perú lo hicieron con más de 5%.
Nosotros terminamos el año pasado con una inflación de algo menos de 2%, o sea, una inflación baja en comparación con el resto del mundo. Y, en realidad, si no se recurre a los arquetipos de economías eficientes, como las de Suiza o de Japón, no se va a encontrar un país con menos inflación que nosotros.
Esas inflaciones altas se debían a la recuperación de la economía mundial luego de la cuarentena forzada que vivimos. Por un lado, la producción de ciertas cosas se frenó, pero por otro lado, la demanda de los consumidores se recuperó rápidamente, de manera que estábamos con poca oferta y mucha demanda. Además, todo se complicó por problemas de transporte y logística.
Hoy parecería que esas inflaciones van a subir todavía más, esta vez, impulsadas por el aumento del precio del petróleo y por la posible escasez de ciertas materias primas que usualmente vendrían de Rusia.
Y las respuestas de política económica que den los países más ricos nos van a afectar a todos. Lo más probable es que vengan políticas monetarias contractivas, o sea, menos creación de dinero o mayores tasas de interés, lo cual, si ocurre en el dólar nos va a afectar directamente y si ocurre en otras monedas nos afectará indirectamente.
Nada de esto es una buena noticia, sobre todo para la economía “no petrolera” del Ecuador y de esta no salimos si no logramos una cooperación más eficiente entre los sectores público y privado, eso sí, siempre entendiendo que cooperación no puede ni debe significar subsidios estatales.
Tomado de diario El Comercio ec.