Tour del mundo
Pablo Lucio Paredes
Uno. La batalla entre Estados Unidos y China. Ciertamente se debe a la búsqueda de posicionamiento geoestratégico y geopolítico hoy y en el futuro, pero además para Trump hay elecciones que se avecinan y debe atraer a sus electores (con dos temas claves: migración y empleo)… los dirigentes chinos no tienen esos “problemas” de la democracia
Trump cometió un gran error al retirar a los EE. UU. del Acuerdo Transpacífico (TPP) y así dejó la mesa servida para que China ocupe ese vacío de poder en el Pacífico.
La guerra de aranceles va en la dirección de mantener empleos en los EE. UU…. lo cual es una falacia, más se gana con la apertura al mundo, sobre todo en los campos en que una potencia debe ganarlos: en los sectores de más tecnología y más valor agregado.
China quiere ocupar el Mar del Sur porque estratégicamente le permite controlar a sus vecinos y, en especial, la ruta del petróleo y de las telecomunicaciones en esa zona, aunque genera tensiones graves sobre todo alrededor de Japón y Taiwán.
5G. Es la tecnología que permitirá en el futuro tener la llave de todos los avances tecnológicos (como el Internet de las Cosas, vehículos autónomos o medicina a distancia) y hay empresas, como Huawei, muy avanzadas, por eso el intento de frenarlas a través de propiedad intelectual (también es un tema real: los chinos abusan y reabusan en ese campo).
La Nueva Ruta de la Seda. Como dicen oficiales chinos: mientras EE. UU. quiere esconderse tras muros, la China abre nuevas rutas para el progreso. Es obviamente en interés de las empresas chinas, pero sobre todo es una manera de imponerse en la economía y en los estándares internaciones de comercio.
Dos. Europa. Entrampada en problemas que frenan su camino. El brexit ni va ni viene. Crecimiento económico estancado, tanto que se mantiene el programa de estímulos monetarios (una economía sustentada en el empuje del Banco Central tiene poco horizonte). La migración, que no solo es un problema humano (primera prioridad obviamente), sino de viabilidad futura de las sociedades cuando la integración se torna difícil, violenta y xenofóbica. Y un mercado laboral tan inflexible que excluye a los menos capacitados y jóvenes (y además a los migrantes… en eso Estados Unidos funciona mucho mejor).
Tres. Petróleo. Es un vaivén continuo. Entre octubre y diciembre de 2018 cayó 30 dólares, luego en el primer trimestre 2019 se recuperó más de 20 dólares y ha vuelto a caer 15 dólares en un mes (casi 50 dólares por barril estos días). Una buena noticia para Ecuador: nuestro diferencial frente al mercado internacional se ha tornado positivo (normalmente ha sido negativo entre 3 y 6 dólares por barril e incluso 10 dólares en malos momentos), lo cual depende de las condiciones de oferta y demanda (ejemplo, la caída de producción venezolana lleva a una mayor demanda de nuestro crudo) y (ojalá) a una mejor y menos corrupta capacidad de negociación.
…El mundo se mueve hacia una disputa de espacios, entre Occidente (con serios problemas y además negativo) y Oriente que camina con optimismo.
Tomado de Diario El Universo