Malcriados

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Simón Espinosa Cordero (columnista)

Malcriado es aquel que llama al presidente del Ecuador “Patojo de mierda”; aquella que, semivestida, va a recibir la Santa Eucaristía; aquel que insulta en la cara al papa Francisco: “Cura peronista, populista, banal, vacío”; aquella que se toma una selfi al dar el pésame a una madre atribulada por el suicidio del hijo amado; aquel que eructa cuando pasa la reina de Quito envuelta en perfumes; aquella que, de adrede, se echa un viento sonoro en un minuto de silencio; aquel que se limpia los mocos con la bandera patria; aquella que come con la boca abierta; aquel que se orina en el frontispicio del templo de la Compañía de Jesús. ¡Abusivos!

Abusivos quienes se comportan como el senador romano Catilina, contra el cual tronó Cicerón: “¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Cuánto tiempo hemos de ser todavía juguetes de tu furor? ¿Dónde se detendrán los arrebatos de tu desenfrenado arrepentimiento? ¡Qué! ¿No han contenido tu audacia ni la guardia que vela toda la noche en el monte Palatino, ni las que protegen la ciudad, ni el espanto del pueblo, ni el concurso de todos los buenos ciudadanos, ni el templo fortificado en que el senado se reúne hoy, ni los semblantes augustos e indignados de los senadores … ¡Oh tiempos! ¡Oh costumbres! El senado conoce esas conjuras. El cónsul las ve y ¡ese hombre vive todavía! ¿He dicho vive? Más aún, viene al senado, toma parte en las deliberaciones, designa de entre nosotros los condenados a muerte.”

El 14 de este mes, la Asamblea Nacional convocó a seis autoridades para que, según lo establece el artículo 47 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, rindiesen cuentas de las respectivas gestiones. Asistieron dos de aquellas. Ni Contralor ni Fiscal se excusaron siquiera. Sí lo hicieron la presidente del Consejo de la Judicatura y la del Consejo Nacional Electoral, ésta porque sufre un juicio político. Mientras rendían cuentas el defensor Público y el presidente del Tribunal Contencioso Electoral, “los asambleístas -no todos- conversaban en grupitos y hasta de pie en medio del Pleno, llamaban por teléfono, se entregaban regalitos y compartían fotos de Facebook”.(Diario La Hora Quito, 15 de enero del 2020).El presidente encargado, Carlos Solórzano, no impuso orden.

¡Y estos malcriados nos representan! Y mientras la mitad de los ecuatorianos carece de empleo, y un tercio de la población total apenas come, la canalla ríe y goza de la vida. Esta alegre comparsa desprecia la dignidad de la persona, fundamento de toda democracia, línea divisoria entre el ser humano y los cactos, la araña, la comadreja y el orangután. ¿Tienen patriotismo estos honorables? ¿Entienden que la patria es tierra de hidalguía que fecundó la sangre y engrandeció el dolor, como lo sintieron los quiteños Manuel María Sánchez (1879-1935), autor de la letra, y Sixto María Durán, de la música (1875-1947) de este himno amado? ¿Entenderán?

Tomado de diario El Comercio Ec.

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