Guaidó insta a imitar en las calles el ejemplo de Bolivia para sacar a Maduro del poder
Las calles de Venezuela volvieron a encenderse este sábado con la llamada de la oposición, liderada por el presidente interino Juan Guaidó, para reactivar la movilización e impulsar una salida de la crisis, señala el portal abc.es.
La nueva jornada de protestas en Caracas y otras ciudades de Venezuela se vio en gran medida reanimada por las revueltas populares espontáneas en Bolivia, que lograron presionar a Evo Morales para abandonar la presidencia y huir a México. Para Guaidó, el país andino representa «una inspiración» para «lograr la libertad» de Venezuela.
Guaidó aseguró ante miles de seguidores que la agenda de la protesta en la calle se mantendrá, y que las manifestaciones serán «sostenidas» hasta lograr la salida de Nicolás Maduro del poder.
«Hoy, y como siempre la dictadura nos subestimó, creyeron que iban a infundir miedo pero hoy Venezuela canta victoria en las calles de Venezuela. Hoy el régimen se quedó sin respaldo, no tienen gente», dijo el presidente interino.
Guaidó se dirigió a la multitud desde una tarima improvisada en un camión en la emblemática plaza José Martí, a un extremo del municipio Chacao, en Caracas, después de que los proveedores recibieran presiones del gobierno para no dotar de equipos de audio y la estructura de tarimas.
Minutos antes de llegar a la concentración, Guaidó mantuvo una conversación telefónica con la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, en la que le extendió su felicitación y su reconocimiento al pueblo del país andino por la lucha a favor de la democracia.
«Bolivia estuvo 18 días (en protesta), nosotros hemos estado años. Es momento de seguir y de insistir», dijo a las personas que lo respaldaron en la movilización. Desde el evento, Guaidó pidió a los caraqueños que lo acompañaran hasta la sede de la embajada de Bolivia en Caracas, para expresar su apoyo a la sucesora de Evo Morales.
Sobre el descontento que permeó a una parte importante de la población, el también presidente de la Asamblea Nacional pidió disculpas: «Sé que hemos cometido errores (pero) es el momento de insistir, de mantenernos. Tenemos que exigir a los pocos que apoyan a la dictadura que se unan a nosotros y pedirles que las armas estén del lado del pueblo y la Constitución». En ese sentido, llamó a los venezolanos a salir el próximo 21 de noviembre para apoyar a los estudiantes .
A la manifestación de este sábado acudieron cientos de miles de opositores, pero aún así no es comparable con las multitudinarias que se realizaron desde enero, cuando Guaidó prestó juramento como presidente interino y fue reconocido por medio centenar de países como presidente legítimo.
Aunque la convocatoria se hizo con anticipación, pocos fueron los que respaldaron en las calles el objetivo de la dirigencia opositora. La falta de asistentes se debió en gran medida al enfriamiento que se produjo en el país, desde julio, cuando comenzaron a mermar las intensas protestas callejeras para dar paso a un proceso de negociación en la que el chavismo y la oposición intentaron negociar la salida pacífica de Nicolás Maduro. Pero no tuvo trascendencia y ambas partes se levantaron de la mesa de diálogo sin resultados positivos.
Sin embargo, los miles de caraqueños que sí acudieron ayer a la maniofestación respaldaron la petición de mantener la protesta. «Vamos a permanecer en las calles, mientras nos lo permitan, para que vuelvan nuestros hijos y nuestro país sea libre», dijo Rosa Ramos, docente jubilada y con varios hijos emigrados a España.
Héctor García, contable en ejercicio, manifestó que la razón de su presencia es pedir a la comunidad internacional que no abandonen su apoyo hacia Venezuela. Él también cree que el diálogo oxigenó al régimen de Maduro para mantenerse más tiempo en el poder; sin embargo, considera que «los venezolanos dieron un voto de confianza y el chavismo volvió a demostrar que no cumple con su palabra».
Horas antes de la marcha, un grupo de encapuchados de las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro, irrumpió en la sede del partido de Guaidó (Voluntad Popular), en Caracas, y amenazó durante 40 minutos a más de 30 personas, entre ellas trabajadores, colaboradores y militantes, que se encontraban organizando la manifestación. (I)