El presidente de Ecuador renueva el estado de excepción en las cárceles
Quito (EFE).- El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, renovó este martes el estado de excepción en todos los centros de privación de libertad del país a través de un decreto ejecutivo, informó la Secretaria de Comunicación de la Presidencia.
El mandatario firmó el decreto por el que se ordena mantener el estado de excepción en todas las penitenciarías que afectan tanto a adultos como a adolescentes «sin exclusión alguna en razón a su tipología».
El motivo de prolongar esta situación, según aclara el decreto, es que «las circunstancias que sustentaron la declaración de grave conmoción interna aún persisten y requieren de intervención».
Entre las medidas que sobresalen de la renovación del estado de excepción penitenciario están dar luz verde a la movilización de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas hacia las penitenciarías para apoyar y coordinar esfuerzos con la seguridad de las cárceles si fuera necesario.
También se suspendió el derecho a la inviolabilidad de la correspondencia, así como la libertad de asociación y reunión.
No obstante, el decreto especifica que estas suspensiones de derechos y libertades de los internos deberán efectuarse «bajo parámetros de proporcionalidad y necesidad» y que la suspensión al derecho de reunión no se aplicará en aquellas actividades de rehabilitación social que formen parte del Plan de Vida de los reos.
El pasado 13 de junio, el presidente Moreno pidió apoyo a los jueces y anunció medidas para mejorar la tecnología y las condiciones de los presos para hacer frente a la crisis de seguridad que atraviesan varias cárceles del país.
La Secretaría General de la Comunicación de la Presidencia precisó entonces que el mandatario hizo el anuncio en una reunión de seguridad en la ciudad costera de Guayaquil, en la que se analizó la situación en las penitenciarías, también conocidas como Centros de Rehabilitación Social.
La reunión de seguridad encabezada por Moreno se produjo después de que un preso identificado como «El Cubano» muriera y un policía resultara herido en un motín en la Penitenciaría el Litoral, en Guayaquil, ciudad situada en el suroeste del país.
Ese episodio se sumó a otros sucesos violentos ocurridos en el primer semestre en varias cárceles de Ecuador, aquejadas por el hacinamiento y que ha dejado una veintena de muertos por agresiones entre los internos.
A raíz de esta situación el presidente decretó el estado de excepción «en el sistema de rehabilitación social a nivel nacional», durante sesenta días, para tratar de solucionar sus necesidades emergentes.
La Fiscalía ecuatoriana abrió un proceso penal el pasado fin de semana por la muerte de una persona privada de la libertad en una cárcel de Guayaquil.
El proceso se inició contra Tommy Brayan C. A. y Juan Antonio M.P. «quienes habrían participado en el asesinato del interno Jonathan Leonardo M. M.» el 13 de julio en la Penitenciaría de Guayaquil, explicó el domingo la Fiscalía en un comunicado.
Según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), Jonathan M. «falleció por una riña entre privados de libertad» y descartó que el deceso tuviese relación con una pelea entre bandas.
De acuerdo con las primeras investigaciones, «se presume que este hecho se dio por venganza por parte de los involucrados, ya que el occiso había matado a la madre y a la mujer de los sospechosos», explicó el sábado el SNAI en un comunicado.
El lunes, varios colectivos defensores de los derechos humanos expresaron su preocupación por la crisis penitenciaria y exigieron al Gobierno que adopte acciones para garantizar los derechos de los presos.
La Fundación Regional de Asesoría en Derechos (Inredh) dio a conocer once exigencias al Estado ecuatoriano para frenar la crisis que se vive en la cárceles del país y entre ellas pidió que se abstenga de renovar el estado de excepción ya que, a su juicio, «se ha evidenciado que no ha sido la vía idónea, ni efectiva para superar» la crisis.