El lastre del riesgo país
Vicente Albornoz Guarderas (columnista)
Tener un alto riesgo país es un grave problema para el Ecuador, sobre todo porque eso explica las altas tasas de interés que pagan quienes tienen deudas en el país. Bajar ese riesgo debería ser una prioridad nacional.
Para que alguien ponga su dinero en una institución financiera del Ecuador hay que pagarle bastante más de lo que se paga en Panamá (otra economía dolarizada) o en Estados Unidos (la madre patria de todos los dólares). En otras palabras, para que la gente deposite su dinero en el Ecuador hay que pagarle un interés bastante más alto de lo que se paga, por depósitos en dólares, en otros países.
Y la diferencia entre lo pagado en nuestro país y lo pagado en los Estados Unidos es, justamente, el riesgo país.
En el Ecuador, para que un banco seguro consiga que alguien haga una inversión financiera a, digamos, 3 años plazo, tiene que pagar un 9% de interés. En Panamá, por inversiones similares, el interés es 4%, mientras que en los Estados Unidos puede llegar a 1%.
Suena lindo que acá se pague más a los depositantes, pero el problema es que ese interés es un costo para los bancos que, a su vez, nunca van a poder prestar a una tasa más baja que esa.
Es más, un banco ecuatoriano, además de pagar ese alto interés a sus depositantes, tiene que cubrir todos sus costos, provisionar por incobrables, poner dinero ocioso en encaje, bóvedas y otras reservas y recién ahí calcula a qué tasa puede prestar.
El problema es que todo ese cálculo arranca con las altas tasas que tienen que pagar los bancos para captar depósitos y esas tasas son altas porque el riesgo país es alto. Otro sería el cantar si los bancos pudieran captar dinero con tasas como las panameñas, porque así podrían prestar a tasas menores que las actuales.
¿Por qué es tan alto el riesgo país del Ecuador? Básicamente porque en el pasado, como país, nos hemos comportado mal con nuestros acreedores, porque tenemos un gobierno quebrado, porque además de quebrado está endeudado hasta las narices y porque no le dejamos (al gobierno) que solucione sus problemas financieros.
Si el gobierno estuviera mejor financiado, ya sea porque el país le hubiera permitido bajar los subsidios o subir los impuestos, el riesgo país sería menor. Si la constitución no le obligara al gobierno a subir su gasto año tras año (sin darle financiamiento para cubrir ese gasto), el riesgo país también sería menor.
También sería más bajo si no hubiéramos declarado, unilateralmente, partes de nuestra deuda pública como ilegítima o si no hubiéramos prevendido tanto petróleo a la China. Y si el riesgo país fuera menor, las empresas pagarían menores tasas de interés por sus préstamos, habría más inversión y el país crecería más. Pero no lo es.
Tomado de diario El Comercio Ec.