El cementerio de la razón
Por: Vicente Albornoz Guarderas
Hace pocos días, el colega Juan Pablo Aguilar recordaba esta frase que un querido y recordado amigo común, Sebastián Toral, usaba para describir a la Asamblea Nacional. ¡Cuánta razón tenía!
Cuando se ve el alza salarial para docentes, recientemente aprobada por la Asamblea, es evidente que ese terreno es un horrible cementerio para cualquier tipo de razón o sensatez.
Porque esta ley, que mantiene el engañoso nombre de “Ley Orgánica Reformatoria de la Ley Orgánica de Educación Intercultural” aumenta las remuneraciones de los profesores en 25% (una linda idea), con plata pública que no existe (bonita idea). Considerando que hay más de 160 mil docentes, ese aumento representa un gasto público adicional de unos USD 600 millones.
Cabe recordar que, en su versión de marzo de 2021, esta ley fue aprobada por unanimidad por la anterior Asamblea (incluso con los votos de Creo). Si bien la nueva versión crea un poco menos de gasto, sigue siendo un absurdo digno de ese cementerio, entre otras cosas porque viola la constitución y varias leyes.
El artículo 35 de la Constitución de Montecristi dice que “Sólo el Presidente de la República podrá presentar proyectos de ley que […] aumenten el gasto público”, lo cual desarma lo aprobado.
Para cubrir el gasto, la Asamblea propone usar los ingresos petroleros adicionales, con lo cual demuestra su profunda vocación populista porque pocas cosas hay tan volátiles como el precio del petróleo y porque el Código de Planificación y Finanzas, prohíbe pagar gastos permanentes con ingresos no permanentes.
Finalmente, la prioridad debería ser mejorar la calidad de la educación, algo que no ocurre por un simple aumento de gasto público. Pero bueno, para qué respetar la constitución, las leyes, la eficiencia del gasto o el sentido común, si al violarlos se gana votos.
Tomado de diario El Comercio