Ecuatorianos retornan desde Ucrania con 30 mascotas
Las mascotas fueron las compañeras inseparables de un grupo de ecuatorianos que regresó este sábado 5 de marzo de 2022, al país desde Ucrania. Su avión, que trajo a 209 pasajeros, aterrizó en el aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela, nororiente de Quito, pasadas 10:00. Los connacionales fueron llevados a una zona de la terminal aérea en donde les hicieron pruebas PCR.
Los viajeros transportaban a sus mascotas en jaulas de plástico. El gato de la quiteña Britanny Yánez se llama Pyvo que significa cerveza en ucraniano. Lo adoptó desde que comenzó sus estudios de Medicina en la Universidad Estatal de Zaporozhie. “No iba a dejarlo solo porque ha sido mi compañero durante todo este tiempo. No iba a venir sola sin él”.
A Pyvo le gusta comer croquetas, la yema de huevo, pollo, yogurt, por lo que apenas llegue a casa le preparará su comida.
Para salir de Ucrania, ella llevó a su mascota al interior de su mochila tipo jaula. Pyvo se asustaba mucho por los estruendos de las bombas, el ruido de los aviones y sirenas que se escucharon al principio del conflicto bélico con Rusia. Britanny lo acariciaba para calmarlo.
Personas y animales atemorizados por bombardeos
Lo mismo vivió Eric, de 23 años, alumno de segundo semestre de Medicina, junto a su mascota que se llama Gato, la cual fue rescatada de un basurero. Espera que la guerra termine pronto para volver a Ucrania. “Por el momento quiero descansar y disfrutar de Ecuador”. Recordó que la travesía para salir de ese país europeo fue muy larga, pues caminó 40 kilómetros.
Gato iba tranquilo en la mochila, pero hubo un momento en que se asustó y la rompió al tratar de salir. El joven lo tranquilizó, consiguió otra maleta en la basura y continuaron el trayecto hasta llegar a la frontera con Polonia.
Aún hay ecuatorianos en Ucrania
Equipos técnicos de Cancillería y Cruz Roja Internacional les brindaron asistencia a los ecuatorianos a través de un protocolo especial. El canciller Juan Carlos Holguín destacó que un equipo interinstitucional se encargó de ayudar a los compatriotas para llevarlos a salvo con sus familias. “El vuelo humanitario está con 209 personas y alrededor de 30 mascotas, tenemos la buena noticia que 121 personas salieron de frontera en las últimas 14 horas desde Ucrania y los que teníamos en Eslovaquia, Budapest y Rumania”.
Holguín acotó que desde Cancillería se trabaja para coordinar el retorno de quienes aún se encuentran en Europa. En tanto, la angustia de decenas de familias terminó en el aeropuerto capitalino.
William Carrillo aseguró que su hija, Jessica, de 21 años, llegó bien y la espera fue angustiosa. La joven cursaba el sexto semestre de Medicina. “La llegada es complicada porque dejé mis estudios, pero lo bueno es que se terminó la preocupación de mis padres.
Riesgo extremo para escapar de los ataques de Rusia
La universitaria aseguró que el riesgo era extremo porque era complicado conseguir un tren para salir y luego un albergue. “Nos trataron muy bonito en Polonia, nos dieron de comer y un sitio para quedarnos”. La joven esperará a que terminen las hostilidades para volver a Ucrania. Si eso no ocurre buscará revalidar materias y continuar con su preparación académica en Ecuador.
Juan Carlos Ramos arribó con su hija y esposa ucranianas. Él trabajaba en Kiev como profesor y traductor para altos empresarios y gente de negocios. El ecuatoriano aseguró que las autoridades ecuatorianas los trataron bien tras salir de la frontera. No les faltó comida y alojamiento. “Muchas gracias a la gente por el apoyo. La guerra no conduce a cosas buenas”.
Anthony Balseca, de 22 años, se graduó de ingeniero civil en la Universidad Politécnica de Lviv y cursaba una maestría en administración pública. Recordó que en su propio vehículo salió de Ucrania y transportó a la gente que más pudo, entre ecuatorianos y argentinos. “Mi carro quedó encargado en la casa de unos amigos”. Su mayor preocupación es que las autoridades ecuatorianas le ayuden a convalidar sus títulos universitarios.
Su intención era quedarse a vivir y ejercer su profesión en Europa. Aspira que la guerra termine pronto para retomar sus actividades. Su padre, Johny, estaba conmovido porque los objetivos de su hijo se truncaron, se quedaron a medias.
Fuente: El Comercio Ec