Cambio de gobierno en Chile
Por: Juan Pablo Lira
El 11 de marzo se cumplen cuatro años desde que el presidente saliente de Chile, Sebastián Piñera iniciara su segundo período presidencial de cuatro años, pues antes gobernó entre el 2010 y el 2014. En aquella ocasión entregó el mando a Michelle Bachelet, presidenta socialista. Ahora, el mismo Piñera le entrega la presidencia a Gabriel Boric, el más joven gobernante que haya tenido Chile en su historia.
Boric, a sus 36 años asume la responsabilidad de manejar los destinos del país hasta el 2026. Hasta antes de ganar la elección era diputado, militante de Convergencia Social, una fuerza de izquierda originada en las protestas estudiantiles hace una década.
¿Por qué en ambos períodos Sebastián Piñera le debe entregar el gobierno a opositores de izquierda? La respuesta sin ser sencilla, la encontramos en la distancia entre la realidad social y cómo la perciben los gobernantes.
Un ejemplo, sencillo pero muy clarificador. En Ecuador, su Presidente, quien asistió a la transmisión del mando en Chile, en un acto muy simbólico donó sus primeros seis sueldos como jefe de Estado a una entidad con interés social.
Ello no soluciona la grave problemática social del Ecuador, pero es una manera de mostrar que su interés es servir. ¿Por qué Piñera, quien cuenta con un descomunal patrimonio de USD 2 800 millones, no hizo algo similar? ¿Creerá que si renuncia a su pensión como expresidente se desfinancia su presupuesto familiar? Ni lo uno ni lo otro, solo que carece de sensibilidad social y perspicacia política.
La invasión de Rusia a Ucrania ha ocasionado que suban sustancialmente los precios de productos como el petróleo, al igual que el trigo, maíz, avena y otros. Ello incidirá en los costos de los combustibles y de diversos alimentos. Si le sumamos los efectos negativos de la pandemia, tenemos que el gobierno de Gabriel Boric, como todos los gobiernos de Latinoamérica, tiene un futuro complejo.
Tomado de diario El Comercio ec.