Brutal asesinato a ecuatoriana de 14 años en España; su vecino la acosaba
Banderas y globos blancos ondearon en el cielo, mientras docentes y alumnos del Colegio Público La Eria despedía a Erika Yunga Alvarado, una niña de origen ecuatoriano asesinada en España.
Erika Yunga Alvarado, una adolescente ecuatoriana de 14 años, murió apuñalada el martes 5 de abril de 2022 en la ciudad española de Oviedo. Según medios españoles, el responsable de este asesinato fue el vecino de la joven, quien estaba obsesionado con ella y la «acosaba».
El crimen se produjo cuando la menor regresaba a comer a su casa en el barrio ovetense de Vallobín desde el instituto en el que cursaba sus estudios, el IES de La Ería, informó el medio Hoy.
Erika fue abordada en las escaleras por el agresor, de 32 años y de origen moldavo, que la mató con «ensañamiento», propinándole varios cortes mortales «con un arma blanca». Tras el ataque, se atrincheró con ella dentro del piso de alquiler en el que el presunto asesino residía desde hace apenas tres semanas.
El escalofriante ataque fue descubierto por el hermano de Erika, poco antes de las 16:00, quien se percató de la tardanza de su hermana en subir al departamento desde que tocó el timbre para que le abran la puerta principal del edificio.
El padre de la joven pidió al chico que salga a buscarla y en la primera planta encontró la chaqueta de su hermana tirada en el sueño junto a rastros de sangre en el piso que se perdían detrás de la puerta del vecino.
Agentes de la policía acudieron a la vivienda e intentaron ingresar por la puerta principal, pero no lo lograron. Esto los obligó a saltar por un patio de luces y entrar por una ventana.
En el interior de la vivienda, los agentes hicieron un atroz hallazgo. La adolescente yacía agonizante, mientras que el autor a quien describieron como una persona seriamente «desequilibrada» y que tenía «fijación» con la menor, se había infligido al menos una veintena de cuchilladas en distintas partes del cuerpo, de acuerdo con El Mundo.
El sospechoso fue llevado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde ingresó en estado grave y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Mientras que el cuerpo de su víctima fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia.
La familia, de origen ecuatoriano, se trasladó a España hace veinte años y reside en Oviedo desde hace tiempo. La madre, Alba, recibió la trágica noticia en su puesto de trabajo en la residencia de estudiantes femenina María Inmaculada, donde ejerce como recepcionista.
La Policía Nacional tomó declaraciones, además de a los familiares, a varios comerciantes de la calle. Para recabar pruebas, preguntó por las posibles cámaras de vigilancia de los negocios con la idea de poder reconstruir los momentos previos a la muerte de Erika.
Fuente: Vistazo Ec
