Bréxit en marcha
Pablo Lucio Paredes (columnista)
¡Llegó el día! Reino Unido oficialmente sale de la Comunidad Europea, aunque hasta fin de año haya detalles (¡importantes!) que ordenar. Recordemos hace apenas tres años la sorpresa… y las razones. Para unos era por los impactos y costos sociales: mucha migración desde Europa y costos elevados que asumir al integrarse esos migrantes al sistema de protección social inglés; para otros, por la excesiva intromisión de la burocracia de Bruselas (de la Comunidad) en la vida de las islas, combinado con el elevado aporte financiero a esa alianza. Mientras en el bando de los perdedores lamentaban el salir de una zona de libertades (de intercambio, de circulación y más), lo que además le quitaría vigor al Reino Unido como atractivo centro de negocios y financiero.
Luego vinieron análisis y dudas. Tantas dudas que varios de los políticos que empujaron este cambio radical están fuera de la escena política… ese es uno de los grandes males de la política: los que empujan cambios, de buena o mala fe, con buena o mala visión histórica, dejan a sus pueblos colgados con decisiones difíciles de revertir (ciertamente los pueblos deciden, pero muchas veces manipulados). Hubo el pedido (¿eran realmente suficientes?) de hacer un nuevo referéndum porque muchos mostrarían su arrepentimiento y el resultado sería contrario… es uno de los grandes interrogantes ante los referéndums: ¿se los debe o no repetir en temas esenciales, para que la gente esté segura de lo que quiere?… pero ¿cuántas veces hay que repetirlos?
¿Y ahora? Hay muchos temas que rondan en el aire. Uno, es lo que podrá negociar el Reino Unido con la Europa que ha abandonado: ¿un nuevo tratado comercial con qué alcance?, por un lado a todos les conviene seguir fuertemente integrados (porque Europa solo es sólida, sumando), pero por otro lado hay que dar un mensaje contundente desde el continente: el que sale no puede obtener nuevas condiciones demasiado atractivas. Dos, ¿cuánto se inclinará el Reino Unido hacia EE UU. al alejarse de Europa, y qué tanto EE. UU. buscará atraerlo? Tres, ¿cuál será el rol inglés frente a la China y al resto del mundo, y cómo esto moverá aunque sea ligeramente ciertas dinámicas geopolíticas internacionales, en particular cuánto debilitará aún más el peso internacional europeo? Cuatro, internamente ¿cómo quedan Irlanda y Escocia? Luego de las guerras civiles del siglo pasado, las Irlandas entraron en un proceso de mayor integración porque la Comunidad Europea les puso del mismo lado de la apertura, ¿pero ahora? quedan en lados opuestos y con inevitables controles fronterizos y de circulación. Recordemos también que los escoceses hace cuatro años votaron a favor de quedarse en el Reino Unido, en parte porque eso les mantenía dentro de la Comunidad, ¿ahora qué pensarán?, las tesis separatistas ciertamente tomarán fuerza. Cinco, ¿qué implicaciones tiene esto para otras tesis separatistas dentro de los países (España) o dentro de la Comunidad Europea (al menos el tema del euro siempre está ahí latente, porque algunos quieren librarse de su férrea atadura)?
…El bréxit es, ciertamente, más que el Reino Unido buscando su camino solo… (O)
Tomado de diario El Universo