Bombardeos rusos acaban con la tranquilidad de Odesa
Enormes columnas de humo recubren el cielo. Odesa se despertó este domingo con un sobresalto, el del estruendo de los bombardeos rusos contra infraestructuras de este gran puerto ucraniano en el mar Negro, hasta ahora relativamente a resguardo de los combates.
Hacia las 6:00 de la mañana (2:00 hora de Bolivia), media docena de explosiones sacudieron los muros de la ciudad, según vecinos y periodistas de la AFP. Luego una humareda negra cubrió una parte del horizonte.
Varias columnas de humo y de llamas surgen de una zona industrial, cuyo acceso fue cerrado por la policía y hombres armados, pero desde donde se perciben cisternas.
Desde la azotea de un edificio cercano al lugar, donde se ve ropa tendida, Mykola, de 22 años, observa el incendio conmocionado.
«Nos despertamos con una primera explosión, luego vimos un relámpago en el cielo, luego otro, y otro. He perdido la cuenta», explica a la AFP.
«Después hubo una breve interrupción, y luego de nuevo las ventanas se iluminaron, y oímos un ruido, sin saber si iba a pasar por encima o si iba a caer sobre nosotros», añadió.
Otro vecino, un joven llamado Ilya, con una gorra y llevando un pitbull con una correa, muestra a los periodistas una esquirla de proyectil que llegó ahí cerca, según él.
«Las cisternas de gasolina empezaron a arder, fuimos bombardeados. ¡Fue realmente horrible y espantoso!», señala. «Hay niños que viven aquí, muchas personas mayores y no hay refugios antibombas», cuenta Ilya, antes de llevar a un grupo de periodistas hacia la azotea del edificio.
– Refinería y depósitos de carburante –
Pero al cabo de unos minutos, policías ucranianos en uniforme azul irrumpen en la azotea. Piden a los periodistas que dejen de tomar imágenes y uno de ellos increpa al joven, le ordena atar al perro y le da una bofetada y varios puñetazos.
Los policías le atan las manos a la espalda con unas esposas de plástico y lo hacen bajar. Luego recuerdan a los periodistas que las autoridades ucraniana han prohibido cualquier publicación sobre la localización o los daños de los bombardeos, y los dejan marcharse.
«La región de Odesa forma parte de los objetivos prioritarios del enemigo. El enemigo prosigue su pérfida práctica de golpear las infraestructuras sensibles», declaró en un comunicado un oficial del mando regional Sur del ejército ucraniano, Vladislav Nazarov. Estos bombardeos no causaron víctimas, aseguró.
El ministerio ruso de Defensa confirmó que disparos de «misiles marítimos y terrestres de alta precisión destruyeron una refinería y tres depósitos de combustible y lubricantes cerca de la ciudad de Odesa».
Según el ministerio, estas instalaciones suministraban combustible a las fuerzas ucranianas en dirección a la ciudad de Mikolaiv, más al este, donde el ejército ruso fracasa en su avance hacia Odesa.
Hasta ahora, esta ciudad histórica había quedado relativamente a resguardo de los feroces combates que se producen en el norte y el este del país. Los bombardeos del domingo son los primeros en alcanzarla desde hace casi dos semanas.
Tras un interrogatorio escueto y la comprobación de su documentación, los policías acaban soltando a Ilya.
Fuente: BBC Mundo